
Lo tienen muy claro, no se moverán del Ayuntamiento hasta que les paguen al menos una nómina de las cuatro que se les deben. Las trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio no dan su brazo a torcer tras más de cincuenta días acampadas ante el Consistorio si no es con una nómina ingresada en las cuentas, una postura que ratificó ayer el comité de empresa. "Es que ni nos han propuesto algo, parece que no existimos en este sentido. Sólo nos dijeron ayer -por el martes- que si podíamos hacer un paréntesis en nuestra protesta durante la Semana Santa. Algo a lo que nos hemos opuesto tajantemente", declaró una de las representantes del comité, Esther Hidalgo.
En este sentido, las empleadas de Acasa remarcaron que "no estamos pidiendo demasiado, sólo el pago de un salario" después de estar alrededor de 120 días sin percibir ni un euro de sus nóminas. "Estamos siendo bastante benévolas ante esta situación, demasiado poco pedimos para levantar campamento", reiteró Hidalgo. En este sentido, y ante la proximidad de la Semana Santa, la plantilla pidió "disculpas" a los jerezanos, "sobre todo a las hermandades y cofrades" por no retirar el 'campamento dignidad' de la calle Consistorio. "Deben entender que nosotras sí que hacemos penitencia, pero no sólo esta semana, sino que llevamos haciéndola desde hace cuatro meses", apuntó la representante del comité de empresa.
En cuanto a la postura de la concesionaria durante este conflicto, Hidalgo lamentó que "no haya hecho nada por solucionarlo, sólo nos dicen lo de siempre, que no tienen dinero. Pero claro, con eso no comemos". Así, tras cuatro meses sin percibir los salarios, el comité declaró que "algunas compañeras están pasando ya auténticas calamidades en sus casas. No es justo que ocurra esto cuando nosotras hemos cumplido con nuestro trabajo día tras día". Hay que remarcar que desde que comenzó la movilización son muchas empleadas las que han tenido que recurrir a familiares e incluso a servicios sociales para comer o pagar facturas, "algo a lo que muchas ya no pueden ni acceder", añadió Hidalgo.
En otro orden de cosas, el comité de la concesionaria se reunió ayer con la alcaldesa, María José García-Pelayo, un día después de recibir la notificación de la denuncia que interpuso la Policía Local tras el encierro de varias empleadas y sindicalistas en la sala de prensa del Ayuntamiento. "Lo que nos ha dicho la alcaldesa es que no puede hacer nada porque ellos no pusieron la denuncia, que lo único en lo que nos pueden ayudar es a no presentarse en contra nuestra para quitarle hierro al asunto", informó Hidalgo.
Acasa no es la única concesionaria que está pasando una situación difícil. La plantilla de Limasa está a la espera de conocer qué empresa se hará cargo del servicio de limpieza de colegios públicos y dependencias municipales a partir del 1 de abril. En estos días el Ayuntamiento dará a conocer esta nueva concesionaria 'provisional', ya que todo apunta a que la adjudicación está prácticamente cerrada.